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Siempre...

Siempre...

14 de mayo de 2012


EL MIEDO, EL MEDIO PARA HALLAR EL VALOR

El miedo se instala en nuestros corazones encerrándonos muchas veces en una prisión de sin razones, nos persigue como un cazador ansioso por alcanzar a su presa, sus ojos nos siguen con ansia y ávida sed.
El temor, nos congela y nos ata, si nos dejamos dominar por el, no tendremos opción de avanzar... No hay otra salida que enfrentarlo, el miedo es un asesino silencioso, es un veneno lento e insidioso, pero como la mayoría de los venenos existe un antídoto, como en todo problema o situación problemática existe un método que nos permite mejorar.
El primer paso es aceptar que le tememos a determinada cosa, situación, persona o criatura, la aceptación nos amplia la visión; ya que cuando nos empecinamos en no querer ver la verdad estamos ciegos ante una múltiple cantidad de posibles respuestas que nos ayuden.
Otro paso, es analizar la situación y darle una respuesta lógica, el miedo es un medio de supervivencia, algo que existe para salvarnos de un peligro y darnos en caso de emergencia el reflejo para salir de una situación por instinto, no debería evitar que vivamos plenamente.
Enfrentar la situación, con las armas que tengamos a nuestro alcance, con la mente racional, comprendiendo a lo que nos enfrentamos y seguir adelante, aun con el miedo a flor de piel, seguir, seguir hasta el fin.
No debe avergonzarnos el sentir miedo, esto es lo que a veces nos permite enfrentarnos a situaciones que de otro modo, quizás, no sería posible. Muchas veces nos paraliza, sin duda, pero quien sabe tal vez debió ser así, eso depende de por lo que estemos pasando en determinado momento.
El verdadero problema se encuentra cuando el miedo es tan grande y dominante que nos quita la respiración, nos paraliza de pies a cabeza y lo que es peor, nos quita la posibilidad de una vida plena. Es normal temer, tonto es el que cree tener valor porque se enfrenta a los peligros con inconsciencia.
Tememos, sí es totalmente natural, el reto esta en enfrentar nuestros miedos y superarlos.
Temer no significa que carezcamos de valor, ya que si no existiese el miedo tampoco habría valentía ¿no creen?
Como todo en la vida esta hecho de opuestos, si temes puedes encontrar tu valor. En cambio si eres inconscientemente valiente, cometes un error. Acepta que temes y comenzara a surgir tu valor, siempre habrá algo de que temer pero después que lo descubras sabrás que también hay una manera de enfrentarlo.

Apri Plenilunio
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10 de mayo de 2012


LA DUDA TRAJO EL OCASO

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria sólo para él y subió sin compañeros.

Empezó la ascensión y se le fue haciendo tarde, y más tarde... y no se preparó para acampar... sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.

La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, ninguna visibilidad, y la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Escalando una pared, a sólo unos pocos metros de la cima, resbaló y se desplomó en el vacío a velocidad vertiginosa. El alpinista nada más podía ver veloces manchas oscuras... y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos angustiosos momentos, le pasaron por su mente todos los episodios buenos... y no tan buenos de su vida.

Pensaba en la cercanía de la muerte y, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba a las clavijas clavadas en la roca de la montaña.

En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le ocurrió más que gritar:

¡¡¡ AYÚDAME DIOS MÍO!!!

De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
— ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?
— Sálvame Dios mío.
— ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDO SALVAR?
— Por supuesto Señor.
— BIEN, ENTONCES CORTA LA CUERDA.
Hubo un momento de silencio; y el hombre se aferró más aún a la cuerda...

Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando, muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO.

¿Y tú? ... ¿qué tan aferrado estás a tu cuerda? ¿Te soltarías?

No debes decir ni pensar que Él te ha olvidado. Quizás tu lo has olvidado a él, y no te das cuenta que a tu lado solo hay unas huellas, las de él, porque te lleva en sus brazos para que tu... Descanses... recuerda... que Él te tiene siempre de su mano.


Autor desconocido

9 de mayo de 2012

“La Muerte es Sólo el Comienzo…”



Una noche fría una chica de hermoso cabello rojo rizado, piel clara y ojos verdes, caminaba en medio de la neblina por una calle oscura, una suave brisa comenzó a descender del cielo, la calle brillaba debido al agua que sobre ella se precipitaba, la joven se acomodo la capucha sobre su cabeza. De repente, escucho el aullido de unos perros no muy lejos, sintiéndose asustada acelero la marcha, siguió su camino rápidamente.  

Tras unos segundos de marcha,  observo pasar frente a ella un gato que se dirigía a un callejón, frente del cual iba a pasar, tras unos instantes cuando ya estaba cerca escucha el maullido de un gato que hace que su corazón se acelere, ve al felino que acababa de pasar frente a ella salir corriendo disparado del callejón.

Coloca una de sus manos sobre su corazón tratando de calmarse, pero siente que los vellos de los brazos y el cuello se le erizan mientras que un frío paralizante recorría su columna vertebral, escucha unos pasos tras ella…

Al voltear para seguir su camino por otro lado teniendo miedo de pasar en frente del callejón,  sus pupilas se dilatan al ver unos ojos rojos que se acercan velozmente y un cuerpo con ropa negra que se abalanza sobre ella. La sensación de un pinchazo en su cuello la estremece, a causa del terror no puede gritar y siente como la vida se escapa de su ser, luego siente que su cuerpo se eleva del suelo, logra mirar el piso alejarse de ella y luego ve como se acercaba hacia el cielo oscuro, escucha una voz cargada de un tono sensual  y dominante  en su mente, con un asentó extraño que decía “Ahora eres mía”.

Apri Plenilunio
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