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Siempre...

Siempre...

24 de mayo de 2013

ABSORVENTE OSCURIDAD



Era una noche oscura, el silencio predominaba en el entorno, el aire frío era tal que se colaba hasta los huesos, la luna se alzaba en el cielo dándole un aire de misterio al lugar, la pálida luz lunar iluminaba a una figura solitaria que vagabundeaba en el paraje de montaña de aquel poblado oculto entre la neblina, tal como si vaporosas nubes hubiesen bajado de la cúpula celeste.

De un bar cercano salió un turista de regreso a su hotel, a la distancia se escucharon las campanadas anunciando la media noche, los lugareños se miraron entre ellos cuando escucharon el aullido de los perros no tan lejos de la plaza principal, luego dirigieron sus miradas a la puerta que se cerraba tras el individuo que acababa de salir por ella.

Al no percibir nada fuera de lugar, siguieron con sus actividades nocturnas, mientras en las calles de aquella población un hombre caminaba con pasos vacilantes hacia el hotel donde había fijado su residencia temporal, su aliento formaba una pequeña nube de vapor, escucho el aullar de los perros, un estremecimiento lo recorrió debido al frío y se envolvió en su abrigo, escucho unos pasos a su espalda, de repente… Se le erizaron los vellos de los brazos  y un escalofrió trepo por su columna vertebral.

Acelero la marcha pretendiendo dejar atrás a la persona que pensaba iba tras él, pero el sonido de los pasos se hizo más fuerte, el hombre asustado, cayó al suelo debido a la carrera que emprendida, se dio cuenta que el sonido de las  pisadas había desparecido por lo que suspiro aliviado pensando que eran sólo cosas de su imaginación. Harold, cuyo nombre pertenecía a aquel sujeto, se puso en pie para retomar su marcha, pero justo en ese momento sintió un aliento gélido que rozaba su nuca, se estremeció con un súbito escalofrío, que lo envolvió cual serpiente enroscándose en su víctima.

Cerro los ojos con temor de ver hacia atrás, pues sentía que una entidad lo observaba, tembló de pies a cabeza y armándonos de valor volteo, para encontrarse en frente suyo a una hermosa mujer que le hacia señas para que se acercara, inmediatamente se relajo, pues alguien de apariencia tan hermosa y delicada no podría dañar a nadie.

El hombre quedo prendado de tan graciosa belleza de cabellos rubios, ojos grises como nubes tormentosas, piel que parecía de seda y una encantadora sonrisa en sus labios rojos, al estar frente a la mujer con intención de preguntarle si necesitaba algo, esta dijo: “Treinta años, el añejamiento perfecto”.

Cuando Harold se dio cuenta ya era demasiado tarde, estaba siendo sostenido por unos brazos de acero, ante él, tenía al rostro mismo de la maldad, unos ojos rojos como la misma sangre y una sonrisa siniestra de largos colmillos afilados que brillaban bajo la luz de la luna.

 El silencio de la noche fue roto por un grito estremecedor…

La mañana siguiente…

La posadera del hotel “El Secreto”, lugar donde se hospedaba Harold, no lo encontró en su habitación cuando fue a preguntarle si se encontraba bien o si necesitaba algo y nunca más nadie supo de él, ni se explicaron la manera misteriosa en que desapareció sin llevarse ni sus cosas, ni documentos de identificación.

Fin.

 Apri Plenilunio
Derechos Reservados



EN LAS REDES DEL TIEMPO




En medio de las brumas del tiempo
caminaba en un sueño fugaz
por pasillos con paredes llenas de pinturas
y pisos de mármol… Me detuve un momento.

Vi mi reflejo en un espejo y me invadió un sentimiento,
pude ver tras de mi con gesto de reproche una figura femenina
me observaba sorprendida
voltee hacia ella para saber donde estaba, ¿estaría perdida?.

Al observarla note que llevaba un vestido largo
blanco y azul, pensé… ¿una fiesta de disfraces?
Era hermosa, de cabellos negros ondulados
y su traje tenía hermosos bordados,
antes de pronunciar palabra ella me dijo sobresaltada
“Hija mía ¿qué hacéis vestida así?
si vuestro padre te ve te reprenderá”.
Yo no pude pronunciar palabras, me sentí preocupada…

¿Hija? Pero si ella no es mi madre
sin decir más me tomo del brazo
y  me llevo a una hermosa habitación
abrió la puerta de un closet,  mi mente estaba a punto de un colapso.

“Me retiro para que cambies vuestros vestidos,
 se acerca la hora de la celebración” me dijo.
“¿Celebración?” fue lo único que pude preguntar
“Sí hija mía, no te dilates…” Y salió de allí prontamente.

Yo quise saber que pasaba
así que me coloque prontamente
el hermoso vestido que yacía sobre la cama
siempre me habían llamado la atención aquellos bellos trajes,
sin saber como, salí de la habitación
escuche una dulce canción,
seguí su melodía y llegue a un amplio salón
donde habían figuras danzantes.

Entre llena de curiosidad al lugar,
la hermosa dama de ojos café se acerco a mi
“Hija mía estáis hermosa”
todos me miraban fijamente,
yo estaba nerviosa
se escuchaban murmullos en el salón
creí que era una jugada de mi mente
pero seguí allí presente
para conocer más de la situación…

En ese momento entra un caballero
se acerca a nosotros, toma mi mano y la besa
“Estáis hermosa bella dama
anhelo la hora de nuestra boda mi alma” pronunció,
me quede allí estática, el caballero de ojos claros
se quedo mirándome y se acerco
tímidamente, con ansias de probar mis labios…
Yo lo interrumpí “Disculpadme me siento indispuesta
requiero ir a mis aposentos”
no se como hable así y huí llena de cuestionamientos…

Sólo oí la voz de la hermosa dama decir
“Calmaos Gabriel en un momento retornara
Ana te ama y contigo estará”
el joven se tranquiliza y ella viene tras de mi…

En la hermosa habitación  irrumpí,
dentro había una joven buscando algo
al sentirme entrar se acerco a mi
al vernos dijimos “¡Eres igual a mi!”
“Pero ¡¿Qué pasa aquí?!”
preguntamos al unisonó
en frente tenía a una joven idéntica a mi,
nosotras nos acercamos
como viendo un reflejo
frente a un espejo.

“¿De donde venís?”
me pregunta ella más segura
de lo que yo podría estar
“estoy confundida, pero me siento feliz”.
“Me siento igual a vos” respondí
y a una sola voz
“¿Al ver ha alguien igual a ti?”
nos dijimos y reímos…

Pregunte “¿serás feliz con Gabriel?”
respondió “El hombre que amo es el
y hemos luchado para amarnos”
sonreí al ver sus ojos, mis ojos
bueno…. Brillar
llenos de luz para amar
un amor correspondido, de esos gloriosos.

Ella me hablo como si quisiera desahogar
“Mis padres se interpusieron entre nosotros
pero a pesar de llaves y cerrojos
no impedirían nuestro amor
así que tuvieron que aceptar
que él y yo nacimos para bien podernos amar
está época esta llena de prejuicios
pero todo siempre puede mejorar
no se debe perder la fe y se puede gozar
de las dichas que la vida nos da”.
Sonreí, en ese instante…

Nuestras manos se acercaron
la perilla de la puerta se movió
alguien la puerta abrió
me aleje en medio de neblinas
y me halle frente a una casa
de la época colonial, casi un palacio.

Observe la luz del ocaso
sonreí con mi corazón saltando
proseguí mi paso,
Ana nunca olvidare el pasado.

Vestidos de seda
fiestas de alcurnia
limitaciones  absurdas
y romanticismo de poetas,
me deslice en las redes del tiempo
y viví allí por un momento
vibro mi corazón de sentimiento
y volví a caminar en calles de cemento…

Apri Plenilunio
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“Relatos Breves”
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