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Siempre...

Siempre...

17 de septiembre de 2012

“PACTO NOCTURNO”



Firmado En Carmesí

Era una noche oscura y fría, la neblina serpenteaba creando figuras fantasmales por las calles aledañas al bosque de arboles y vegetación frondosa, el silencio era profundo y ominoso. La luna llena dominaba el cielo nocturno acompañada por las titilantes estrellas, la nieve cubría todo lo que tenía a su alcance dejando una alfombra blanca y fría a su paso, todo era quietud en medio de una escena en que la neblina como nubes que han bajado del cielo reptaban en el bosque, saliendo de el, al encuentro de la carretera.

La suave brisa agito las copas de los árboles, ocasionando que la nieve acumulada en ellas se precipitara al suelo del bosque como una cascada blanca que brillaba bajo los rayos de la luna, se escucho el canto de un búho rompiendo el profundo silencio, luego a la distancia se pudo escuchar el aullido de un lobo, casi un quejido armónico que se deslizo en el viento subiendo hacia el cielo profundamente oscuro y precipitándose sobre el suelo del bosque, luego la ausencia de sonido se hizo presente nuevamente.

El sonido de pisadas en una carrera apresurada irrumpió en la espesura del bosque, el movimiento ocasionaba que el aire se agitara haciendo que la neblina se moviera súbitamente… De repente, un grito agudo corto el silencio de la noche como la navaja a una hoja de papel, luego la inmaculada y blanca nieve, fue salpicada por una mancha roja contrastando de manera intensa con la blancura del tapiz que se extendía sobre el pasto escondido bajo esta.

Envuelta por la neblina como si de un manto se tratara una criatura nocturna sostenía a su presa, marcándola, envenenándola…. Maldiciéndola…

El silencio domino nuevamente el bosque en la antesala de algo, como esperando ser testigo de un acontecimiento extraordinario, la luna llena ilumino el claro del bosque, la neblina se movía como si tuviese vida propia… Se escucho el aullido profundo de un lobo con pelaje de color predominantemente marrón semejante a la canela anunciando su llegada al bosque, seguido instantáneamente por un aullido nuevo casi tintineante de una loba negra, el lobo marrón aulló nuevamente a modo de bienvenida y quien no supiera que era algo imposible, podría ver la sonrisa en la mirada del can, a su vez vería que obtenía como respuesta una mirada cálida y alegre del canino negro.  

En un correteo apresurado la loba negra siguió al lobo marrón, trotando juguetonamente explorando su entorno, se alejaron del claro del bosque dejando tras ellos una mancha de sangre brillando bajo los rayos de la luna como si de un pequeño río carmesí se tratase, sobre la anteriormente pulcra nieve blanquecina… Tras unos segundos las figuras peludas, se perdieron entre la neblina y los arboles, el sonido de sus huellas se fue amortiguando hasta que desapareció, al igual que las hermosas criaturas rodeadas de leyenda y misterio, fueron absorbidas en un abrazo por el manto negruzco de la lúgubre noche.

El canto de los pájaros anunciaba el inicio de un nuevo día, mientras los rayos del sol se deslizaban sobre la nieve, el bosque, los arboles, dejando ver una hermosa imagen de matices multicolores, el bosque se despertaba, los animales empezaban su día… El sonido de unos pasos sobre la nieve que se empezaba a derretir por el sol y la pronta llegada de la primavera, hizo que algunos conejos que estaban frente a una cueva huyeran, el sol dio de frente a dos figuras que salieron de la protección de la sombra de los arboles, las cuales se acercaban a la cueva. Un hombre alto, de piel clara, cabello color chocolate sujeto en una coleta, gallardo, con andar elegante caminaba de la mano con una joven morena, más baja que el de cabello negro, lizo y largo, suelto danzando con el viento. 

Intercambiaron una sonrisa cómplice, el hombre acaricio con un movimiento casi reverente el rostro de su compañera quien le regalo una sonrisa y una mirada chispeante en sus ojos grises -Lo siento- dijo mientras acariciaba una especie de cicatriz causada por la mordedura de un animal salvaje, en el cuello de la joven, ella coloco su mano sobre la de él y le respondió -No hay nada que lamentar amor mío, era la única forma- el asintió atrapándola con su mirada carbón y le respondió -Pero me hubiese gustado que no quedara marca y además no merecías tal maldición…- ella le sonrió con ternura -Para mi es un tatuaje que nos recordara que no aceptamos los tontos limites que parecían hacer meya en nuestro amor y no es una maldición es una bendita forma de romper las limitaciones que intentaban separarnos- el sonrió con cariño -No hay límites para nuestro amor- la morena se puso en puntillas rodeando el cuello de su compañero, el en entendimiento se inclino acunándola entre sus brazos y sellaron la muda promesa con un beso. -Es hora de dormir- dice el hombre guiándola dentro de la cueva -La verdad ya me esta dando mucho sueño- responde la joven con voz juguetona    -Después de todo la noche ahora nos pertenece- dice con su voz aterciopelada su compañero, luego del sonido de su tintineante risa femenina, seguida por la profunda de su acompañante se perdieron dentro de la cueva.

Desde esa noche bajo la luna llena y la neblina del bosque espeso, profunda, un lobo marrón ya jamás viajara sólo pues es acompañado por una loba negra y ahora juntos le cantan a la madre luna sus misteriosas melodías. Pronto la manada crecería y el bosque estaría nuevamente lleno de lobos…

Si algún día escuchas la sinfonía de lobos en un bosque, puede ser que allí vivan un lobo marrón y una loba negra, con su familia, su manada rigiéndola como dos lobos alfas… Por muchas noches, perdidas en una breve eternidad.

Así fue como la mancha de sangre sobre la inmaculada nieve, como la firma de un pacto eterno dio inicio a los paseos nocturnos de dos lobos, dos almas gemelas, dos amantes eternos… Pues a veces “la muerte” es sólo un nuevo comienzo.

Apri Plenilunio
Derechos Reservados
“Paraísos Oscuros”
Relatos Breves




13 de septiembre de 2012

Juramento Oscuro



Las lágrimas se deslizaban por su pálido rostro, su corazón era estrujado por lo que le parecía era un mordaza que le ahogaba, abrazándose a sí misma sentía una presión en la garganta que la sofocaba debido al llanto, los ojos ya le dolían de tanto llorar y el pecho se estremecía con cada sollozo.

Era tan injusto se decía a si misma, pero la vida siempre había sido así con ella, estaba sola, tan sola… -La oscuridad y el silencio me absorben- se dijo a si misma con un estrangulado sollozo. Sentía como la oscuridad se extendía a pasos agigantados a su alrededor y el silencio era algo ominoso.

Vestida con sus ropas negras casi se perdía en la oscuridad que predominaba en aquel cementerio, la neblina se arremolinaba en su entorno casi como brazos que pretendían alcanzarla, la luna estaba atrapada entre las nubes, lo que le quitaba claridad a la noche.

Suspiro lastimeramente, se inclino hacia la lapida y acaricio el nombre allí tallado con un gesto que hablaba tanto de amor que cortaba el aliento… Unas gotas de agua salada que rezumaban por sus ojos cayeron sobre aquellas flores que descansaban en  la  loza de mármol.

-Aún te amo, siempre te amare- las palabras salieron de su boca como un juramento, lleno de lamento y de dolor. El viento soplo con fuerza removiendo sus cabellos oscuros, haciendo sentir fría la humedad en su rostro, con la manga de su camisa se limpio los restos de agua salada.

 Se levanto lentamente, a regañadientes se alejo de la lapida, hizo una inclinación de cabeza… Busco entre sus ropas, en ese momento la luna escapo de entre las nubes, iluminando magnánimamente el lugar, sobre el césped brillaban gotas de rocío, el mármol pulido resplandecía bajos sus rayos.

Unos segundos después la pálida luz de la luna hacia brillar la lamina de plata de una daga con empuñadura de oro, alzada en el aire por la mano temblorosa de la joven con dirección a su pecho donde sentía un corazón muerto…

El silencio se hizo sobrecogedor, como una multitud conteniendo el aliento…  -Te amo- palabras que flotaban en el viento, salidas de la boca con un tono lleno de dolor desde el centro de su alma -Siempre te amare- estando a punto de incrustar el objeto cortante en su pecho, algo estremeció todo su ser y un escalofrió galopo en su cuerpo.

-Yo también te amo y nunca lo dejare de hacer- hablo una voz cautivadora, varonil y musical.

La joven quedo paralizada, muy lentamente se giro casi con temor y esperanza a la vez…  Esa voz, esa voz… Era inconfundible…

Cuando volteo sus ojos se abrieron de par en par, se los  restregó sin darle crédito a lo que veían sus ojos acaramelados. Cuando los volvió a abrir, su corazón casi se salía de su pecho, al contemplar aquella sonrisa de medio lado, esos ojos oscuros, ese cabello castaño acariciado por el viento, ese rostro… Las lágrimas volvieron a sus ojos como un torrente.

Se quedo paralizada cuando sintió algo frío que le acariciaba el rostro, alzo la vista y quedo atrapada en esos ojos negros como dos carbones encendidos –Soy real, estoy aquí…- fueron las palabras del hombre frente a ella antes de atrapar sus labios en un apasionado beso –Y te amo-.

Esas palabras la hicieron querer gritar de la emoción pero la duda la carcomía, enredo sus brazos en torno a ese cuerpo amado y al sentirlo sólido lo abrazo con más fuerza, no sabía si quería gritar, llorar, reírse o asustarse. –Pero ¿cómo yo…?-

Sintió uno dedos fríos sobre sus labios –Ahora amor mío, este paraíso oscuro esta a nuestra disposición- respondió el hombre, abarcando todo con su brazo señalando la noche y enroscando su brazo libre en torno de la cintura de la joven.

-Pero habías… Habías… Mu….- no podía pronunciar esas palabras, no al sentir ese calor que sólo le brindaban la seguridad de aquellos brazos, no cuando decir esas palabras era negar el gran regocijo que sentía en todo su ser.

-Alguien me dio una nueva oportunidad, para estar a tu lado- respondió el sujeto, la joven observo un destello rojo en esa mirada  y lo comprendió todo.

-Entonces ¿tenemos la eternidad por delante Raziel?- pregunta algo dudosa.

-Sí, si así lo quieres Julianne- él le contestó con esa sonrisa de medio lado que siempre le paralizaba el corazón.

Ella sujetando una de sus manos ahora frías y apoyándola sobre una de sus mejillas –Contigo hasta el final mi amor, lo juro- le dice con total seguridad.

El sujetando la mano con delicadeza, la acerca a sus labios y besa su dorso con una mirada cargada de tanto amor que le partía el alma –Te amo y lo haré eternamente, lo juro- susurro con voz sobrenatural.

Sobre la lapida de mármol, descansaban unas rosas blancas que en su centro resguardaban una rosa negra como la noche, una daga de plata y  unas gotas carmesí.

Dos figuras elegantes ser perdían en la noche de plenilunio y la oscuridad los absorbía… Desde entonces se convirtieron en un mito, en un arcano misterio.

Dejando detrás de ellos una lapida que rezaba:

N 21-10-1920    M13-09-1945

Raziel Merope

“Siempre Te Amare”
Eternamente Tuya Julianne P.




-Fin-

Apri Plenilunio
Derechos Reservados
“Paraísos Oscuros”

12 de septiembre de 2012

Lo Que Cuenta Al Final



Volátilmente se discurren las horas del día entre los dedos perdiéndose entre los escombros de los espejos los reflejos rotos de los corazones, sedientos de amar y sin creer en el amor, o quizás buscando el amor en todas partes para comprobar su existencia sin saber que en primero lugar yace dentro de nuestros corazones en la forma original de aquel Dios que nos amo tanto al extremos de dar la vida de su unigénito, el amor celestial que se anida en los corazones humanos, en sus latidos distorsionados.

Si el amor que tenemos en nuestros corazones proviene de Dios ¿Por qué no creemos en el amor?, ¿Por qué el amor humano está tan sobrevaluado y sobrestimado como un mito nada más? Una ficción de los sentidos, pero el amor está allí si no fuera así, no permaneciéramos aun en esté mundo ya que gracias al amor estamos en el. Al amor de Dios, somos hechos a su imagen y semejanza, ¿Por qué nos  negamos a nuestra verdadera naturaleza?

 Tú te conoces más que nadie, dentro de tus pensamientos y sentimientos yace la respuesta, en algunos casos es el temor a amar y a ser herido, en otros es el orgullo junto a la autosuficiencia y además la superficialidad que abunda en la actualidad, fijándose sólo en el exterior no quiere decir que eso no cuente, si no que eso no es lo primordial y ¿saben por qué? Porque al cabo de unos años eso se ira desvaneciendo y al final se pudrirá, será alimento de los gusanos o leña para el fuego, es una realidad tangible la belleza exterior no es eterna, pero la interior, la del alma, nunca se acaba y es la que será revisada a la hora de darle explicaciones al creador o a quien creas tu que tienes que dárselas, pero al finalizar la vida daremos cuentas y seremos juzgados, lo que será tomado en cuenta son tus acciones  y la belleza de tu alma, considéralo ya que, los seres humanos tenemos que abrir los ojos.

Apri Plenilunio
Derechos reservados

10 de septiembre de 2012

Declaración de Amor


A ti…
Te expreso el más grande sentir de mi corazón, eres mi hermosa ilusión y sueño de amor.

No sabes la necesidad loca que tengo de hacer este sueño realidad, ni la urgencia loca que tengo de ti, es la verdad. Es mi secreto la  falta frenética de besar tu boca, mi ser guarda la  urgencia alocada de probar tus labios, ¡loco corazón! loca está mi alma y corazón, pero ya somos dos, no nos preocupemos.

 Mejor locos felices y no cuerdos tristes, aceptare el ansia loca de besar tu boca, para que seamos dos locos de amor, fundiendo nuestro ser en uno, con pasión desbordante y amor destilado de la más pura fuente, seré hada amante buscando estremecer desde lo más profundo tus cimientos,  seamos dos volcanes que unen sus destinos en un magma de amor ardiente y apasionado…

No me olvides amor…



Apri Plenilunio
Derechos Reservados

9 de septiembre de 2012

“Noche Eterna”


Oscura, profunda, amplia, mágica, mística, poderosa, misteriosa, sombría, e iluminada, es la noche, no hay posibilidad de que pueda abarcas su significado y su magnitud.

En esta fría noche, con la luna llena alzándose magnánima en el cielo, acunada por las nubes que son acariciadas por su luz, resplandeciendo mágicamente, siento en mis venas el poder de la magia que me envuelve, todos mis sentidos la sienten.

Degusto su embriagante sabor, siento sus suaves caricias, escucho sus míticas melodías,  observo sus imágenes fantásticas y percibo en mi alma su fuerza avasalladora, que se clava en el centro de mi ser, causando sensaciones que me llevan al éxtasis.

Su frescura y su silencio, predominan en el espacio de esta infinita oscuridad, no existen las barreras, ni los límites... Sólo esta ese ínfimo momento que se hace una breve eternidad, el viento cargado de energía roza mi piel y casi le puedo tomar entre mis manos. Me deleito al ver las luces de las ciudades, algunas más bulliciosas que otras, paisajes oscuros o iluminados, desde lo alto de los muros, en los tejados, en balcones, riscos, montañas, mares, desiertos, selvas, bosques... Todos, mundos multicolores y llenos de sensaciones.

No me puedes mirar mientras transito entre las sombras de la noche, cuando la madre luna con su luz me acompaña y su poder me brinda, paseando casi como un ente invisible, pero yo si te puedo ver, vigilando, estudiando, analizando, buscando, esperando...

Soy hija de la luna, con ella y las estrellas transito en el universo nocturno, palpo el poder como algo casi tangible, junto con los misterios de las horas sonámbulas, el silencio, la brisa fría que puede entumecer, brindar paz, elevar en medio de un limbo temporal, vaciar la mente o llenarla de miles de nostalgias, de una eternidad.

En definitiva, soy luz y oscuridad, soy habitante de la noche, su basta inmensidad me absorbe, desaparezco en medio de las leyendas y los misterios. Mientras tanto, sigo  analizando, pensando, esperando, observando, desde mi paraíso oscuro… cazándote desde la abrumadora noche eterna, que me resguarda. En compañía de la penumbra, la luna, las estrellas y todos sus arcanos mágicos, vivo y no vivo a la vez; enredada en una legendaria historia que no puede ser comprobada, pero que a veces deseas descubrir... Sigo aquí como tanto tiempo lo llevo haciendo, como aun lo haré... En mi amada noche iluminada por la luna o con ella oculta, que aunque no la veas sigue rodeada por las estrellas, en esta majestuosa, noctámbula, mágica y portentosa eternidad.

No hay nada igual, este es mi paraíso oscuro al cual en tus sueños o... pesadillas has podido alcanzar, siente, sólo siente esa poderosa energía, ¿Escuchas el canto de la noche estrellada, regida por la reina luna y su eternidad?... Invitándote a unirte a nosotros, en el universo de las leyendas noctívagas.

Apri Plenilunio
Derechos Reservados
“Paraísos Oscuros”
Relatos Breves







7 de septiembre de 2012

Un Pensamiento


Misterios De Noche Y Luna



Era una noche oscura y silenciosa, sólo se percibía el tintinear de las gotas de lluvia en los charcos, el viento danzando de forma misteriosa con el agua que caía, un sonido relajante que invitaba a los habitantes del pueblo que se guarecían en sus casas a dormir, dejándose llevar a ese mundo que parece irreal pero en ocasiones deja asomar sus acontecimientos más allá del subconsciente.

En medio de todos esos acontecimientos y de nada a la vez, en un bosque a orillas del poblado, ella se despertaba lánguidamente sintiéndose entumecida como si algún especie de somnífero o anestésico estuviera en su torrente sanguíneo, lentamente se puso en pie sintiéndose sumamente confundida, al hacerlo sintió el agua deslizarse por su cabello, lo que la hizo percatarse de que sus ropas estaban húmedas al igual que ella, camino lentamente en medio de la espesura de la vegetación que se extendía como una alfombra a sus pies brillando como si gotas de cristal reposaran traviesas sobre ellas, sintió una brisa fuerte que agitaba la lluvia.

Lo que la sorprendió fue que a pesar de estar totalmente empapada y de lo que suponía era una brisa fría la azoto, fue que no tenía frío en lo absoluto, de repente cientos de imágenes golpearon su mente ¿qué hacia allí, en medio del bosque de noche? Lo último que recordaba era… ¿qué fue lo último que había hecho? Ah sí, estaba fotografiando a los lobos del lugar, de repente algo interrumpió sus pensamientos, un agudo aullido, en ese instante sintió un leve pinchazo de miedo y emoción, pero dudas surgieron ¿qué había ocurrido? Y otra vez ¿Qué hacia allí a esas horas de la noche? Busco su reloj pero se percato que no lo llevaba consigo y ¿su cámara?...

Escucho pasos y chapoteos sobre el césped inundado, observo a su alrededor, unos ojos brillantes, salvajes, animales, la sorprendieron, ella dio unos pasos atrás y de entre los arbustos salió un gran lobo negro, de ojos brillantes e inteligentes,      -que sin ella saber la estaba vigilando desde su llegada al bosque-, que con andar seguro se acercaba a ella, quien dio algunos pasos atrás hasta quedar acorralada contra un árbol.

Contuvo el aliento esperando el ataque, pero un chisporroteó de energía a su alrededor y esa sensación de que algo iba a pasar, pero algo diferente, extraordinario… Impidieron que despegara sus ojos de la criatura frente a ella, las nubes en el cielo se despejaron permitiendo que la luna iluminara el claro donde se encontraban ella y el lobo, una densa neblina se formo alrededor de la escena, un destello y el espeso pelaje le dio paso a una figura masculina imponente, poseedora de un aura que despedía magia y poder a su alrededor, esos ojos oscuros pero brillantes y ese semblante iluminado por la luz fantasmal de la luna…

“He esperado tanto para encontrarte” son las palabras del  hombre… ¿Qué no era un lobo? Con una voz gruesa, acostumbrada a dar ordenes, la chica sintió una caricia en su mejilla ¿en que momento se había acercado tanto a ella? “Y creo que tú también me has estado buscando” añade el sujeto misterioso. “¿Qui… Quién eres?” el hombre sonríe de medio lado, acaricia el rostro casi con adoración y le responde “Soy quien has estado esperando… Recuerda, las fotos el bosque…” de repente imágenes pasaron frente a los ojos de la joven, los lobos, ese bosque, las fotos “Los lobos, el bosque…. Tu eres el lobo de mis fotos” dijo casi sin aliento la joven de cabellos azabaches largos “Así es, pero tu ya habías venido a este bosque, en tus sueños” el hombre de ojos profundamente negros acaricia los cabellos azabaches de la chica con dulzura y dice “Ahora al fin nos hemos encontrado…. Mi compañera” añade acariciando las palabras, la joven atónita con tantos pensamientos en su mente, recuerdos de sueños que parecen una vida, con algo de timidez permite que su mano morena acaricie el mentón blanco del hombre que tiene frente a ella y que de repente se le hace tan familiar “Eres tú… Ere tú…” dice sintiendo a la vez como su corazón se desborda en su pecho, lleno de dicha…

El hombre alto rodeo la muñeca de la joven con su mando fuerte y planto un beso el la palma de la mano morena, luego beso la frente de la joven y finalmente beso los labios rojos que había visto tantas veces en esos sueños, casi con reverencia… “Ha valido la pena la espera” dice con una sonrisa apoyando su frente en la de la chica morena, quien dice “Pensé que eran sólo sueños” el sonrió con aire de ternura y le dijo “A veces, los sueños son más que eso, son caminos que nos ayudan a encontrarnos con nuestro destino y tú… Tú eres mi destino y ahora estoy completo contigo a mi lado”, ella dejo que el la rodeara con sus brazos, para luego sellar con un beso lleno de promesas de un futuro mágico y lleno de dicha, su pacto de amor eterno.

En un poblado muy lejano, cuentan las leyendas que el bosque tiene guardianes que toman diversas formas animales y no sólo eso, que poseen magia antigua, que protegen secretos del mundo nocturno, pero para los humanos son sólo eso, mitos y misterios…

En medio de un bosque, iluminado por la luna, un lobo negro y una loba blanca, pasean con paso elegante y sigiloso, observando su alrededor con ojos inteligentes, dirigiéndose a su hogar en lo profundo de los bosques de los Cárpatos, dejando que sus aullidos llenen la noche, con promesas de magia, misticismo, poder y eternidad.

Apri Plenilunio
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“Paraísos Oscuros”


5 de septiembre de 2012

-*Arcanos Nocturnos*-


No había nada a mí alrededor, sólo el silencio y las sombras que me agobiaban en un lento estertor, me perdí por caminos sin rumbos y senderos escondidos. Permanecía en un limbo donde las emociones estaban entumecidas y los sentimientos dormían, ya el miedo era parte de mi día a día, al igual que el hielo, la eternidad se extendía ante mí como un letargo en vela.

La noche me guarecía bajo su manto, me hacia parte de ella en el silencio, en compañía de la luna o sin ella, bajo la lluvia, las nubes o las estrellas... Ante mi se disponía un nuevo mundo que activaba mis sentidos, a pesar de tener en mi pecho un marchito corazón.

La noche surgía como un atardecer lleno de colores que ya no veía de la misma manera, todo era diferente, a pesar de que algunas noches son más oscuras que otras, para mi eran las horas más luminosa, pues el día no me pertenecía; pero sí lo hacia la noche.

A pesar de tanta sublime belleza la soledad dominaba mi paraíso oscuro, caminaba ocultándome y viviendo entre las sombras, convirtiéndome en una leyenda.

Hasta aquella noche cubierta por una densa neblina, mientras la luna llena se alzaba en el cielo como una diosa de las estrellas y el aire frío recorría las calles a las orillas del bosque, cuando te vi y observe aquellas imágenes en mi mente, esos recuerdos extraños de otro mundo, otra vida en la que yo te conocí.

La noche es mi morada y sigue siendo mi paraíso, la luna mi consejera, el silencio y la soledad mi compañía, pero en medio de todos esos secretos aun te busco, todavía te espero, para que juntos seamos una leyenda, un misterio.

Apri Plenilunio
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Relatos Breves
“Paraísos Oscuros”

2 de septiembre de 2012

-*Pacto Eterno*-





Hace frío, tanto frío, piensa mientras ve el vaho que ocasiona su aliento ante el gélido viento nocturno, las estrellas están apagadas por las nubes y la luna se esconde temerosa de que alguien pueda ver el rojo de sus heridas. Ella permanece abrazada a si misma, sintiendo que ese frío la congela, la quema….

Siente humedad en su rostro, la que se siente fría por el aire de esa noche glacial, se limpia y observa en su mano pálida el líquido que ha salido de sus ojos, rojo, como la sangre… Suspira pesadamente sintiendo como su aliento se escapa y se congela, duele…. Tanto dolor, piensa, al mismo tiempo se siente entumecida, su corazón se hiela.

Nota como su último aliento se escapa, mientras su cuerpo y su corazón se convierten en hielo, la palidez de su rostro es mortal, lo sabe… Espera, sólo aguarda a que el dolor que ha sido como una fiera aferrándose a ella con sus garras la abandone.

“Ya casi” siente que le susurran al oído y la rodean unos brazos que le hacen sentir ¿calor? “Estoy a tu lado amor mío, no estas sola”

Y de repente todo desaparece a su alrededor, el dolor dio el golpe final, el aliento desapareció, el corazón se detuvo… Pero no deja de amar, es imposible.

Fija su vista al frente, la reciben con una sonrisa radiante, esa que la enamoro. La aguarda, con los brazos extendidos hacia ella, su corazón no ha sentido algo tan fuerte hasta verlo allí, aguardando por ella. Se acercan y se abrazan, se dan un beso de amor. El hielo los une, los mantiene juntos.

“Ahora la noche es nuestra” el le susurra al oído luego de besarle la cien.

Ella conecta sus ojos oscuros, con los borgoñas de el.
“Es cierto…” le responde ella y le devuelve una sonrisa brillante, observando la de su amado.

“La eternidad es poca, mi amor” le responde el.

Se besan, pactando la eternidad, se funden en un solo ser.
El dolor ha valido la pena, se extiende ante ellos la felicidad.
La sangre, un pacto eterno.
El amor, dos almas… No, una sola.

Así se pierden en medio de la oscuridad de la noche, se derriten ante el calor de su pasión, los amantes eternos. Almas gemelas.
Apri Plenilunio
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Relatos Breves de
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