Miles
de pensamientos se aglomeran en mi interior, son una tormenta que
atacan mi mente y corazón, no se de donde vengo ni a donde voy,
estoy perdida en un océano de dudas e inseguridades, no comprendo
que hago en este lugar cuando en mi mente otra es la escena que se
debería desarrollar, cuando otro es el paisaje donde he podido
habitar.
Camino
haciéndome invisible, intentando que mis pasos no sean escuchados,
conjurando a un manto de neblina para que me cubra, estableciendo
sortilegios bajo la luz de la luna para pasar desapercibida, la
noche mística es mi fiel amiga sabe todo de mi, resguardándome bajo
sus alas tan negras y brillante como las de un cuervo, mensajero de
la oscuridad.
Mis
ropajes combinan con la noche negra plagada de estrellas, mis ojos
podrían asustarte, mi cabellos brillan con la plata lunar, no debes
de preocuparte pues no me podrás mirar, a menos de que las horas
noctambulas emitan su llamado hacia ti.
Los
brazos abiertos de la madre de la noche te recibirán, si eres digno
de nuestro mundo formar, podrás caminar por aquellos misteriosos
senderos reservado para los elegidos, déjate llevar, saborea aquel
néctar exquisito, cobrizo y almizclado que la guardia nocturna te
regalara. Cierra los ojos, no hay nada a tu al rededor, estallan el
frío y el calor, se mezclan como un espeso almíbar dos corazones,
haciéndose uno solo.
A
lo lejos se pueden escuchar las mareas, las olas del mar rompiendo en
las rocas, dos entidades se funden en una sola, ardiendo como el
magma de los volcanes, la noche nos llama, nos hechiza para que nos
entreguemos a sus secretos, las redes de las arañas de cristal nos
entretejen, nos atrapan en su juego, en su protección.
En
brazos uno del otro, se estremecen las galaxias, se genera la
explosión del cosmos.
Apri
Plenilunio
Derechos
Reservados
“Paraísos
Oscuros”