El
galopante latido presiente
su
flaqueza le tienta con bravura
a
probar el líquido caliente
del
rojo carmesí de su espesura…
Su
mirada brilla inclemente
los
rayos de la luna iluminan su amargura
dominado
por un instinto insipiente
tormenta
interna que le tortura.
Sed
insana del rojo color
absurda
cadena de tormentos
en
medio de las sombras absolutas.
Portentosa
fuerza de dolor
gotas
de culpables tempestuosos
el
carmín se delata en horas nocturnas.
La
sed se hace seductora
y le
somete a hipnosis fatal
de
su apetito letal
llevándole
a zona salvaje y abrumadora…
De
saciar el animal
y no
ser un mortal normal
su
sed es impura
y no
se somete a la cordura.
Asesina
instintivamente
y
muere su alma lentamente…
Le
duele ese sanguinario ardor
y la
muerte brutal de su amor…
Apri Plenilunio
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