Simple
y llanamente, vivo, convivo y existo en una larga agonía que se hace
cada vez más larga, interminable y eterna... Intento extirpar
aquellos sentimientos que destruyen mi corazón, trato mil veces de
que mi corazón no sea rasgado por esos ilógicos reflejos
sentimentales que destruyen mi paz. Terrible, como aborrezco, esa
sensación de miedo ante la posibilidad de errar o de no hacer lo que
siempre ha querido que haga... Viviendo a las expectativas de otra
personas, con miedo a no cubrirlas jamas... Es algo terrible, una
media vida basada en nunca, ser suficiente...
Sucumbiría
ante mil heridas, antes de hundirme lentamente frente a semejante
agonía, suplicando por el último zarpado de la muerte, ansiosa,
deseosa de dejar que sus labios fríos rocen los míos, en el beso
final... El dulce beso de la muerte, porque morir es fácil, pero
vivir, vivir es otra cosa...
Aquellas
sombras devoran hambrientas, sedientas... No hay más que una mancha
que se extiende sobre el mármol, congelando al tiempo cruel, que no
quiere librarle, no le permite ser libre, de una vez...
Ataduras
mortales, humanas, mundanas y quiere soltarse, no hay ya nada,
nada... Todo es una nada absoluta, lágrimas de sangre, rogando por
el final tan anhelado, como la espera del amante por los brazos de
aquel que ha encendido su fuego, para intercambiar un último
aliento, antes de que sea tarde...
Y
se hizo tarde, y ya nada importaba.... Ya nada lo hacia...
"Desde Las Sombras"
Apri Plenilunio
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