No hay noche
ni tampoco día
en que no luche contra tu recuerdo
aunque voy ganando,
se mantiene en mi pensamiento.
Voy borrando y mi mundo se sacude
porque como espina clavada
poco a poco saco tu imagen de mi alma.
Sangra la herida abierta
burlando la sutura hecha,
la luna está de testigo
de mi conjuro, olvido.
Persistiré, ya lo verás
no sé que pretendías
con tus engaños y mentiras.
Pero lo que si sé
es que te olvidaré
aunque pasaras por mi lado
no sabré ¿quién eres?
Es asombroso
el poder de la mente,
exiliado
de mi palacio mental.
Apri Plenilunio
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